Es posible realizar algún entrenamiento mientras limpias tu vivienda
Contenidos en este artículo:
Si no tienes tiempo para entrenar en un gimnasio de forma regular, la limpieza de tu casa puede ayudarte a fortalecer los músculos para diferentes tareas.
TONY LINAREJOS entrenador personal nos presenta en este artículo algunos ejercicios que puedes realizar fácilmente mientras limpias tu casa.
Principales ventajas de hacer deporte durante la limpieza
Si te falta motivación para pasar la aspiradora u ordenar el salón, puedes aprovechar para hacer ejercicio y ponerte en forma al mismo tiempo que dejas la casa limpia. Además de hacer esta tarea más divertida, encontrarás varios puntos positivos como:
- No te cuesta nada y no requiere ningún equipo especial ni dispositivos de levantamiento de pesas
- Hay diferentes ejercicios que no requieren ninguna predisposición especial más que prestar atención a la espalda para evitar un movimiento en falso
- Se puede actuar sobre diferentes grupos musculares
- Esto ayuda a reafirmar diferentes partes del cuerpo.
Así que ya no tienes excusas, pon música dinámica ten en cuenta que esto no sustituye a una actividad física, pero permite aprovechar el tiempo.
¿Cómo las tareas domésticas te ayudan a quemar calorías?
Está demostrado que incluso las tareas domésticas pueden ayudarte a mantenerte en forma, a quemar calorías y a alcanzar el bienestar físico. De hecho, incluso las formas más pequeñas de actividad física, como limpiar, trabajar en el jardín o hacer la compra, pueden ayudar a mantenerte en forma.
Pero cuidado: las actividades domésticas requieren un esfuerzo que no es comparable al de la actividad física. Barrer el suelo o hacer la colada consume energía, pero no es un ejercicio físico intenso y completo. No se entrenan adecuadamente todos los músculos y el tiempo dedicado al ejercicio no es lo suficientemente largo o continuo.
Para que el ejercicio realmente haga que una persona pierda peso o se mantenga en forma, primero debe tener un propósito. Debe requerir las pausas necesarias para la formación y no las interrupciones constantes de las tareas domésticas.
Además, debe ser un ejercicio completo, que ponga en tensión todo el cuerpo y todo el organismo. Puede que sientas que tu ritmo cardíaco aumenta mientras limpias enérgicamente el cristal de la ventana, pero no es nada como 30 minutos de carrera o una sesión de gimnasio repetida varias veces a la semana y al mes.
Ejercicios para ejercitar tu cuerpo
Toda oportunidad es buena para tonificarse mientras se limpia la casa. De hecho, puedes organizar tu casa en forma de entrenamiento en circuito, donde cada ejercicio ayuda a trabajar una parte determinada del cuerpo.
- Después de comer, puedes trabajar las piernas mientras friegas los platos. Mantén la espalda recta, los abdominales contraídos y lleva los talones hasta los glúteos, una pierna tras otra. Para conseguir un mayor efecto, puedes doblar ligeramente la pierna en la que te apoyas. Hacer varias repeticiones en cada lado tendrá un impacto en tus glúteos y muslos. Dedica el tiempo de volver a la posición inicial entre cada serie para conseguir la mejor posición.
- Cuando limpies el polvo de la parte superior de tus muebles: considera ponerte de puntillas. Bajar sobre los talones y volver a subir repetidamente hará trabajar las pantorrillas. Si quieres limpiar un mueble bajo, haz una sentadilla al bajar.
- Si quieres aspirar, ¡haz una estocada con cada paso! Basta con doblar una pierna de manera que forme un ángulo recto entre la pantorrilla y el muslo, manteniendo la espalda recta y alternar.
Cada flexión permite fortalecer los muslos, la espalda, los músculos abdominales y los brazos gracias a los movimientos sucesivos.
Recuerda que hay que desarrollar los músculos por la mañana
El fortalecimiento de los músculos comienza por la mañana, cuando se hace la cama. Mientras te inclinas, recuerda mantener la espalda recta y doblar las piernas, con los dedos de los pies hacia fuera, contrayendo los abdominales. Este movimiento es una sentadilla y es ideal para fortalecer los glúteos.
Se recomienda encarecidamente realizar este movimiento como si estuvieras sentado en una silla para evitar bajar demasiado.
Tareas domésticas para hacer ejercicio
Cada persona tiene un gasto energético diferente y, por supuesto, requiere diferentes movimientos, por lo que algunas actividades en casa son más importantes para tu actividad física y tu estilo de vida que otras. Recuerda que prácticamente cualquier tarea doméstica puede convertirse en una oportunidad de entrenamiento.
Aquí tienes algunos ejemplos y consejos para entrenar mientras haces las tareas domésticas:
- Lavado y pulido de cristales
Además de ejercitar los brazos, cuando limpias las ventanas también realizas amplios movimientos circulares con los hombros, fortaleciendo los pectorales. Al ser un trabajo menos frecuente que otros, requiere mucha energía para que la limpieza sea lo suficientemente profunda.
- Lavado de suelos
Puedes hacerlo a mano con una fregona, en posición inclinada sobre el suelo: incluso sin forzar demasiado la espalda, será suficiente para dar una buena carga a todos tus músculos y articulaciones. Sin embargo, estar de pie también es una buena forma de quemar calorías.
- Estiramiento
Contraer y relajar los abdominales mientras se estira ayuda a reafirmar el vientre. Al mismo tiempo, mantener una postura correcta, subiendo y bajando de puntillas, permite entrenar los músculos de las piernas, fortaleciendo pantorrillas y tobillos.
Vuelve a ponerte en forma desarrollando la mentalidad adecuada
Es sobre todo una cuestión de mentalidad: debes empezar a ver las tareas diarias como oportunidades para mejorar tu cuerpo, un pequeño extra en tu entrenamiento, un regalo para ti mismo y no una obligación.
Lo único que hay que hacer es adoptar algunos hábitos al hacer las tareas para que sean más propicias para la energía y el ejercicio. Aquí tiene algunas sugerencias:
Sube las escaleras
Abandona la tentación del ascensor, ya sea en casa o en el trabajo. Y si vives en varios pisos, no temas subir las escaleras varias veces al día.
Subir las escaleras no sólo es una forma de ejercicio en sí mismo, sino que también puede ser más beneficioso para tu bienestar. Por ejemplo, puedes subir corriendo las escaleras, o dos escalones a la vez mientras haces estocadas o saltos en cuclillas para tus piernas y muslos.
Lleva la compra
Una forma estupenda de combinar el ejercicio y las tareas domésticas es hacer la compra en el supermercado (y también cada vez que tengas que cargar con objetos pesados): en lugar de coger el coche, camina y lleva las bolsas a mano.
Distribuya las pesas de forma equitativa y quizás, durante el transporte, hagas algunos ejercicios de intensidad, levantamiento de hombros o contracciones de brazos.
Aprovecha el tiempo y el espacio
¿Estás esperando a que hierva el agua en la cocina o a que se seque el suelo? ¿Tienes que estar de pie para hacer un trabajo que requiere el uso de los brazos, pero no de las piernas, como cortar frutas y verduras o quitar el polvo? Aprovecha para poner en marcha algunos entrenamientos.
No hay que perder el tiempo. Puedes poner música y bailar para hacer un poco de ejercicio de resistencia. O bien, puedes hacer saltos divididos, elevaciones de pantorrillas u otras repeticiones para tus abdominales y glúteos.